Una breve historia del inodoro

Una breve historia del inodoro

El inodoro es un aparato sanitario del que hacemos uso a diario y al que no solemos dar mucha importancia… hasta que no tenemos uno cerca cuando lo necesitamos. ¿Alguna vez te has parado a pensar cuáles fueron los orígenes del inodoro y cómo contribuye a la prevención de enfermedades? Si tienes curiosidad por conocer su historia, al mismo tiempo que practicas inglés, aquí tienes este vídeo de TED-ed de poco más de 5 minutos de duración.

Más abajo te pongo la versión en español de la transcripción del vídeo (traducción libre, no oficial). También te dejo unos enlaces a artículos interesantes sobre la importancia de tener acceso a servicios de agua potable, saneamiento e higiene, algo de lo que no disponen millones de personas en el mundo.

En los días soleados, se podía encontrar a los ciudadanos romanos de Ostia sentados en un largo banco de piedra cerca del Foro. Amigos y vecinos intercambiaban noticias y chismes mientras atendían simultáneamente a … asuntos más apremiantes. En estas letrinas públicas podían reunirse hasta 20 romanos a la vez, que drenaban los desechos en conductos de agua situados en la parte inferior.

Hoy en día, la mayoría de las culturas consideran que las visitas al cuarto baño son un asunto más privado. Pero, incluso cuando vamos solos, nuestra infraestructura de alcantarillado compartida es uno de los inventos más importantes en la historia de la humanidad.

Mientras que muchos textos religiosos antiguos contienen instrucciones para mantener los desechos lejos del agua potable y de los campamentos, la gestión de residuos adquirió una forma que nos resulta más familiar hacia el año 3000 a. C. Los antiguos asentamientos mesopotámicos solían tener estructuras de arcilla diseñadas para ponerse en cuclillas, o sentarse, en la habitación más privada de la casa. Estas estructuras estaban conectadas a tuberías que utilizaban agua corriente para llevar los residuos a los canales de las calles y a los pozos negros.

Este tipo de infraestructura hídrica floreció en la Edad del Bronce. En algunas partes del valle del Indo, casi todas las casas tenían un inodoro conectado a un sistema de alcantarillado, que abarcaba toda la ciudad.

Los antiguos palacios cretenses incluso ofrecían una opción de descarga manual. Los investigadores no pueden decir con certeza qué inspiró estos primeros sistemas de alcantarillado, pero sí sabemos que la gestión de residuos es esencial para la salud pública. Las aguas residuales no tratadas son un caldo de cultivo para microorganismos peligrosos, incluidos los que causan cólera, disentería y fiebre tifoidea.

Pasarían varios milenios antes de que los científicos comprendieran completamente la relación entre las aguas residuales y las enfermedades. Pero ya en el año 100 a. C. se vio la relación de los olores nocivos de las aguas residuales con las enfermedades. Y hacia el año 100 d. C. empezaron a surgir soluciones de saneamiento más complejas. Durante el Imperio Romano había acueductos de flujo continuo, dedicados a transportar los desechos fuera de las murallas de la ciudad.

Las dinastías chinas de la misma época también tenían baños privados y públicos, excepto que sus residuos se reciclaban inmediatamente. La mayoría de los inodoros domésticos alimentaban a los cerdos, y los recolectores de excrementos especializados recogían los desechos de las letrinas públicas para venderlos como fertilizantes.

En China, esta tradición de gestión de residuos continuó durante siglos, pero en Europa la caída del Imperio Romano llevó el saneamiento público a la Edad Oscura. Las letrinas de pozo, llamadas «gongs», se convirtieron en algo común, y también era habitual que los orinales se vaciaran en la calle.

Los castillos expulsaban los desechos desde las ventanas de las estancias superiores a los pozos negros comunales. Por la noche, los llamados granjeros de gong acarreaban los residuos para depositarlos más allá de los límites de la ciudad. El enfoque insalubre de Europa persistió durante siglos, pero se realizaron algunos cambios importantes en los propios inodoros.

A finales de la Edad Media, la mayoría de las familias adineradas tenían taburetes inodoros: cajas de madera con asiento y tapa. En la corte real de Inglaterra, los inodoros estaban controlados por el Mozo de Heces (Groom of the Stool). Además de controlar la salud intestinal del rey, la relación… íntima con el monarca lo convirtió en una figura sorprendentemente influyente.

El siguiente gran salto en la tecnología de inodoros se produjo en 1596, cuando Sir John Harrington diseñó el primer inodoro moderno para la reina Isabel. Su sistema, que utilizaba palancas para liberar agua y una válvula para drenar el recipiente, todavía se usa en los diseños modernos. Pero el invento de Harrington apestaba a las aguas residuales.

Afortunadamente, en 1775, el inventor escocés Alexander Cumming añadió una curva en la tubería de desagüe para retener el agua y minimizar los olores. Esta llamada S-trap fue mejorada más tarde por Thomas Crapper con la moderna curva en U (la relación de su apellido con la palabra ‘crap’ [heces] es mera coincidencia). A finales del siglo XIX, muchas ciudades habían desarrollado una moderna infraestructura de aguas residuales y plantas de tratamiento.

Hoy en día, los inodoros tienen una amplia variedad de características, desde lo lujoso hasta lo sostenible. Sin embargo, aproximadamente 2 mil millones de personas todavía no tienen cuarto de baño casa. Y otros 2,2 mil millones no tienen instalaciones que gestionen adecuadamente sus desechos, lo que pone a estas comunidades en riesgo de contraer numerosas enfermedades. Para resolver este problema, se hace necesario inventar nuevas tecnologías de saneamiento y abordar los problemas sociales, financieros y políticos que producen inequidad en todo el proceso de saneamiento.

¿Quieres saber más sobre la importancia de los servicios de agua potable, saneamiento e higiene?

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