¿Eres amante del queso y los postres? Entonces esta tarta de queso Gorgonzola casera es la combinación perfecta para ti. Con una base crujiente y un relleno cremoso con el característico sabor del Gorgonzola, esta tarta te conquistará desde el primer bocado. ¡Prepárate para una explosión de sabor en tu paladar! Sigue esta sencilla receta y sorprende a tu familia y amigos con este postre original y delicioso.
Tarta de queso Gorgonzola: La combinación perfecta de dulce y salado
Renueva tus postres con esta deliciosa tarta de queso Gorgonzola. Una receta sencilla que te permitirá disfrutar de un postre gourmet en casa.
Ingredientes de esta sencilla tarta de queso Gorgonzola
Base de galleta
- 120 gr galletas tipo Digestive
- 60 gr mantequilla
Relleno
- 200 ml nata fresca 39% mg
- 120 gr azúcar
- 300 gr queso crema tipo Philadelphia (light)
- 180 gr queso Gorgonzola
- 1 cucharada de maicena
- 2 huevos
Preparación de la tarta
Forra un molde de 18 cm con papel de horno. Pon la mantequilla en un cazo y caliéntala hasta tostarla un poco. Apaga el fuego e incorpora las galletas, que previamente habrás machacado, y mezcla todo bien. Cubre la base del molde con esta mezcla uniformemente y presionando ligeramente con una cuchara. Hornea durante 15 minutos a 160ºC.
Mientras se hornea y enfría la base de galleta, preparamos el relleno de la tarta de queso.
- En un bol grande comienza mezclando la nata fresca con el azúcar.
- Añade el queso crema y el Gorgonzola, al que previamente habrás retirado la corteza, incorpora las dos yemas batidas y mezcla bien hasta obtener una crema fina sin grumos.
- Finalmente, incorpora las claras bien batidas con un movimiento envolvente (no es necesario que estén a punto de nieve).
- Vierte esta mezcla en el molde sobre la base de galleta y hornea durante 30 minutos a 220ºC.
A continuación viene la parte más difícil, ya que hay que esperar a que la tarta se enfríe dentro del molde y dejarla reposar en la nevera entre 8-12 horas. Transcurrido ese tiempo, desmolda, retira el papel con cuidado y ¡a disfrutar! Puedes comerla tal cual o acompañada de confitura de arándanos o frambuesas frescas, por ejemplo. También puedes dejar volar tu imaginación y atreverte a caer en la dulce tentación de ponerle chocolate fundido.
Esta tarta tiene un plus
Esta tarta aguanta de maravilla en el congelador (mejor sin ningún tipo de cobertura). Córtala en porciones y envuélvelas bien en film transparente. Cuando te apetezca darte un capricho, solo tienes que descongelar a temperatura ambiente las porciones que quieras y ¡ya tienes una tarta (casi) recién hecha! Más fácil imposible: corta, envuelve, congela y disfruta 😋. ¡Así de sencillo!
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