A lo largo de la historia, las bibliotecas han sido los lugares donde se ha depositado todo el saber, el conocimiento, la cultura de las civilizaciones. También han sido uno de los objetivos a destruir en conflictos políticos o bélicos. No hay capital o ciudad importante en el mundo que no tenga, o haya tenido, una biblioteca que atesore manuscritos, incunables, códices, libros en general, pero también todo tipo de publicaciones impresas, así como material audiovisual. Desde la irrupción de la tecnología, las bibliotecas actuales también ofrecen acceso online a los fondos digitalizados de numerosas obras.
La palabra biblioteca proviene del latín bibliothēca, que a su vez deriva del griego βιβλιοθήκη (bibliothēke), la cual está compuesta por βιβλίον (‘biblíon’, ‘libro’) y θήκη (‘théke’, ‘armario, caja’); es decir se refería al lugar donde se guardaban los libros. Inicialmente, estos libros eran rollos de papiro, ya que era el formato librario más común entonces.
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Biblioteca de Asurbanipal, la colección más completa de escritura cuneiforme
La Biblioteca de Asurbanipal fue fundada en Nínive (Mesopotamia, actual Irak) por el rey Sargón II en el siglo VIII a. C. y ampliada posteriormente por el rey Asurbanipal durante el siglo VII a. C., de quien lleva su nombre. Las más de 20.000 tablillas de arcilla que se han encontrado en sus ruinas forman la colección de escritura cuneiforme más completa de que se tiene constancia. En su afán por recopilar fondos para su biblioteca, Asurbanipal solicitó a todas las ciudades y centros de enseñanza que le enviaran una copia de cada uno de los textos escritos que se produjeran en todo su imperio.
La obra más famosa que atesoraba la biblioteca es la Epopeya de Gilgamesh, nombrada a menudo como la primera gran obra escrita, tanto por su extensión como por el impacto que tuvo en la literatura durante los siglos posteriores. Muy posiblemente tuvo influencia sobre obras como la Ilíada, la Odisea o el propio Antiguo Testamento. La tablilla fue robada en 1991 durante la Guerra del Golfo, aunque fue devuelta a Irak en diciembre de 2021.
En la actualidad, el Museo Británico en Londres alberga la casi totalidad de las tablillas de la biblioteca de Asurbanipal.
Biblioteca Bodleiana, una de las más antiguas de Europa
La Biblioteca Bodleiana, es una de las bibliotecas más antiguas de Europa y es una de las depositarias de cada uno de los libros con derechos de autor que se publica en Reino Unido. Su origen se remonta al siglo XIV, cuando Thomas Cobham, obispo de Worcester, creó una biblioteca en la ciudad de Oxford.
Desde su fundación, la biblioteca fue incrementando sus fondos hasta que, a finales del siglo XV, dejó de recibir financiación para su mantenimiento y la llevó prácticamente a su desaparición. Pero a finales del siglo XVI Thomas Bodley ofreció su apoyo económico para restaurar la biblioteca y dotarla de libros y manuscritos, algunos de su propia colección. Así fue como volvió a abrir al público en 1602 con el nombre de Biblioteca Bodleiana (Bodleian Library). La biblioteca continuó creciendo con el transcurso de los años y en la actualidad sus fondos se reparten en cinco edificios.
Esta biblioteca atesora valiosos ejemplares, como el manuscrito íntegro del Cantar de Roldán del siglo XII; una Biblia de Gutenberg de 1455; o el Códice Laud, texto de la cultura mexica, anterior a la conquista.
La biblioteca Bodleiana colabora con la Oxford Digital Library para ofrecer acceso en línea a parte de su extensa colección.
Biblioteca Apostólica Vaticana, la biblioteca del Papa
La Biblioteca Apostólica Vaticana, conocida como la Biblioteca del Papa, es una de las bibliotecas más antiguas y grandes del mundo. Se encuentra en Ciudad del Vaticano, y está dedicada a la colección y conservación de libros, manuscritos, documentos, monedas y medallas, así como numerosos objetos de arte.
El papa Sixto IV fundó la biblioteca en 1475, pero sus orígenes se remontan al siglo IV, cuando el papa Damaso I comenzó a reunir una colección de libros y manuscritos. La biblioteca creció gradualmente a lo largo de los siglos y en el siglo XIV ya era una de las bibliotecas más importantes de Europa.
Hoy en día, la Biblioteca Vaticana conserva más de 180.000 manuscritos, 1.600.000 libros impresos, unos 9.000 incunables, más de 300.000 monedas y medallas, más de 150.000 estampas, miles de dibujos y grabados y más de 200.000 fotografías.
El manuscrito más antiguo de la Biblioteca Apostólica Vaticana es el Codex Vaticanus. Datado en el siglo IV, es el manuscrito completo de la Biblia más antiguo del que se tiene constancia.
En 2007 se inició el proyecto de digitalización de la biblioteca, que permitirá poner a disposición del público una gran cantidad de material de la biblioteca.
Biblioteca de Alejandría, centro del saber de la antigüedad
En esta selección no podía faltar una de las bibliotecas más famosas de la historia. Fundada en el siglo III a. C. en la ciudad egipcia de la que tomó su nombre, la Biblioteca de Alejandría fue uno de los principales centros del saber de la antigüedad. Se estima que albergaba al menos 500.000 obras (en rollos de papiro) con textos literarios, filosóficos, científicos, religiosos… en definitiva, atesoraba todo el saber de su época y anteriores.
Se atribuye su desaparición a un incendio accidental provocado por las tropas de Julio César en el año 43 a. C., aunque los testimonios de testigos de la época son contradictorios. Sin embargo, si bien los daños posiblemente no destruyeron la biblioteca completamente, sí es cierto que numerosos tratados sobre medicina, astrología o geografía desaparecieron para siempre.
En 1987, con el apoyo de diversos países europeos, americanos y del mundo árabe, además de la UNESCO, Egipto emprendió el proyecto de construir una nueva biblioteca. En octubre de 2002 abrió sus puertas la nueva Bibliotheca Alexandrina.
Biblioteca Nacional de España, depósito del patrimonio bibliográfico de España
La Biblioteca Nacional de España (BNE) es un organismo autónomo que se encarga del depósito del patrimonio bibliográfico y documental de España. Fundada por Felipe V a finales de 1711, abrió sus puertas en marzo de 1712 como Real Biblioteca Pública. Custodia más de treinta millones de publicaciones, entre libros, folletos, revistas, diarios, impresos antiguos, incunables, manuscritos, dibujos, grabados, fotografías, exlibris, ephemera, carteles, mapas y planos, postales, partituras, registros sonoros y audiovisuales, publicaciones electrónicas…
La pieza más antigua que se conserva en la BNE es el Códice de Metz, un tratado de cómputo y astrología que data del siglo IX, escrito en latín sobre pergamino con escritura carolingia.
En 2008 se creó la Biblioteca Digital Hispánica, un proyecto de la BNE cuyo objetivo es la digitalización y difusión del patrimonio bibliográfico español. En la actualidad, ofrece acceso libre y gratuito a miles de documentos digitalizados, entre los que se cuentan libros impresos entre los siglos XV y XX, manuscritos, dibujos, grabados, folletos, carteles, fotografías, mapas, atlas, partituras, prensa histórica y grabaciones sonoras. Los documentos digitales están disponibles en formato texto, imagen, audio y vídeo. Se pueden consultar de forma gratuita desde cualquier dispositivo con acceso a Internet. En mi artículo Fondos digitalizados de la Biblioteca Nacional de España tienes algunos ejemplos de lo que puedes encontrar en las Colecciones de la Biblioteca Digital de la BNE. No dejes de echar un vistazo a los libros interactivos y al sitio chefBNE donde se hace un recorrido por doce recetarios antiguos.