neandertales

La importancia de unas pinturas rupestres neandertales

A menudo leemos en la prensa artículos sobre hallazgos paleontológicos relacionados con los neandertales, con pretenciosos títulos que no se corresponden exactamente con el contenido. Las más de las veces son artículos sin mucha sustancia. Sin embargo, hace unos días se ha publicado un artículo que sí se corresponde con el contenido, es actual y me gustaría comentarlo (Artículo publicado en Europapress):

Las pinturas rupestres más antiguas son neandertales y están en España

Desde que fue descubierta la existencia de los neandertales, allá por 1856 en una cueva caliza del valle de Neander, al norte de Alemania, han tenido muy mala prensa. Es cierto que fue la primera especie fósil que se aceptó como una forma arcaica de ser humano. Pero en esa propia definición -arcaica- se cargaron siempre las tintas del antropocentrismo tradicional, que aún sufrimos, considerando que era un bruto, poco más que un animal sin mucha conciencia.

A estas consideraciones contribuyeron las reconstrucciones faciales: pronunciados arcos superciliares, frente huidiza y ausencia de mentón, a lo que hay que añadir su corpulencia, de baja estatura (1,65) pero con músculos mucho más poderosos que los nuestros.

«Queremos tener un árbol de familia nítido, queremos poder contar historias claras acerca de cómo estaban emparentados esos grupos», dice Steven Churchill, antropólogo de la Universidad Duke. «Pero está claro que las relaciones son mucho más complicadas».
Jordana Cepelewicz “¿Cuántos neandertales había?” Artículo traducido por Investigación y Ciencia con permiso de QuantaMagazine.org, una publicación independiente promovida por la Fundación Simons para potenciar la comprensión de la ciencia.

Los neandertales fueron de los pocos auténticos europeos que han existido

No siempre es fácil describir una filogenia clara pero parece que los neandertales fueron de los pocos auténticos europeos que han existido. Desde la migración original de África a Europa de hace unos 850.000 años partiendo del “Homo antecessor”, o alguna especie similar, y posiblemente pasando por el “Homo heidelbergensis”, llegamos al “Homo neanderthalensis” hace unos 400.000 años.

Nuestras especie “Homo sapiens” también procede de África y también migró, pero su origen se remonta a unos 200.000 años posiblemente en la actual Etiopía y la migración comenzó alrededor de los 70.000 llegando a Europa hace unos 40.000 y una segunda oleada hace unos 20.000. Últimamente se han encontrado en Marruecos restos más antiguos, de unos 350.000 años, que aún están en estudio y, además, hay que tener en cuenta que nuestra especie casi desapareció hace unos 160.000 y parece que el grupo superviviente lo hizo refugiado en Sudáfrica.

Capacidad de abstracción y pensamiento simbólico

neandertales
WikiCommons – Neandertal (reconstrucción)

A lo largo de este siglo y medio que ha transcurrido desde su descubrimiento, se han sucedido múltiples estudios que han ido dejando en claro que el, inicialmente, considerado bruto era muy parecido a nosotros, capaz de emitir sonidos que, aunque más limitados que los nuestros, pudieron formar un lenguaje. Posiblemente enterraba a sus muertos con rituales funerarios, empleaba similares utensilios que los sapiens y adornos parecidos.

Tan similares fueron que, después de muchas discusiones, la genética ha venido a confirmar que portamos alrededor del 4% de sus genes. Y no es el mismo 4% para todos, con lo que los cruces entre nuestras especies se produjeron de forma esporádica, aunque en abundancia, y los descendientes sobrevivimos. Esto fue alrededor de hace 40.000 años en Oriente Próximo cuando nuestra especie comenzó la colonización de Europa. Después de esta época no parece haber habido cruzamientos, por lo que no parece que existiera un contacto que antes se daba por supuesto.

Nuestros ancestros neandertales en la Península Ibérica

Antes de las rotundas conclusiones de la genética, se pensaba que existió una convivencia de entre 10 y 15.000 años en Europa y que, de algún modo, contribuimos a su extinción con luchas, transmisión de enfermedades u ocupación de su nicho ecológico, pero no parece que fuera así. La repetición de las dataciones de los enclaves neandertales con métodos más precisos demuestran que sus últimos reductos en la Península Ibérica desaparecieron antes de que nosotros llegáramos a ese territorio.

Dentro de este panorama que acabo de pintar, las nuevas dataciones -más exactas- parecen demostrar que algunas de las pinturas que achacábamos a nuestros antepasados directos son obra de nuestros primos. Este hecho viene a reforzar la teoría de que entre los neandertales existía un pensamiento simbólico, mucho más elaborado de lo que a muchos les gustaría reconocer, y que la especie elegida, la nuestra, lo fue más por accidentes del destino que por una superioridad intelectual que nada parece indicar que exista. Máxime cuando la capacidad craneal de los neandertales era superior a la nuestra, según los hallazgos parecen indicar. Y aún cuando esto no es un indicador infalible sí nos permite, al menos, la presunción de una igualdad que algunos no quieren admitir.

Dejo para otra ocasión el intentar analizar los prejuicios antropocéntricos que subyacen en nuestra cultura, que resultan tan difíciles de vencer y que perviven incluso en personas alejadas de las creencias religiosas.


Referencias de acceso publico y gratuito

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